Dentro de una atractiva programación de grupos nacionales y eminentemente rockeros dentro de la carpa Interpeñas de Zaragoza con motivo de las Fiestas del Pilar, el mismo día de la Vírgen del Pilar se presentaban ritmos festivos de la mano de los aragoneses China Chana y el exitoso Huecco.

Era el día grande de las fiestas, pero seguramente la noche más floja de cara a llenar el recinto: martes por la noche, tras cuatro noches seguidas de fiesta en muchos casos, y la gamberra tradición de hacer de la víspera una noche en vela por todo lo alto hizo que muchos optaran por quedarse en casa, más aún siendo el día siguiente laborable.

Pese a todo ello, un buen puñado de gente se congregó para asistir a este concierto, que se encargaron de abrir los locales China Chana. En las primeras Fiestas del Pilar sin José Antonio Labordeta –pregonero del año anterior-, las referencias a uno de los más firmes defensores de la región fueron constantes, tanto a nivel estamental como en espontáneas participaciones de los artistas que componían el programa. China Chana arrancaron con una versión de Albada, tema del polifacético cantautor. Una versión sobria, fiel, y sólo aderezada adicionalmente con elementos folk a los que China Chana acostumbran. Con ella, ganaron rápidamente al público, y arrancaron sonoros aplausos. No sería el único homenaje de la banda al abuelo, pues también sonó el Canto a la Libertad en una versión rumbera, muy lejana del original.

Durante algo más de una hora China Chana desgranaron buena parte de su repertorio. Su fusión de estilos, donde todo cabe siempre y cuando genere buen rollo, resulta ideal para bailar y animar una fiesta pese a no conocer demasiado al grupo. Forjados en la escena aragonesa, China Chana han ocupado importantes posiciones en el palmarés de premios como Muévete, los Premios de la Música Aragonesa o Popyrock, habiendo ganado este último. Dejaron muy buen sabor de boca en su paso por el recinto de las peñas.

Tras ellos llegaba el plato fuerte: Huecco. Tras tres años de gira, y una multitud de conciertos a sus espaldas, llegaba el último bolo de la gira Assalto. La banda lo dio todo sobre el escenario, muy centrados en ese su último trabajo pero haciendo sonar también bastantes temas de su álbum de debut. Se intuía un concierto especial, a modo de traca final, y en este final de fiesta se les veía más relajados que en otras ocasiones, más dados a hacer el tonto, y a soltar su lado más macarra en los temas. En su estilo latino, y conocido por el público de masas por sus ritmos pegadizos, en los conciertos de Huecco suenan riffs de guitarra y voces tan profundas que seguro asustan a más de una niña que sigue al remodelado exSugarless. Es una delicia ver como en la mezcolanza de estilos que practica Huecco encajan a la perfección elementos puramente rockeros y metaleros. Dieron un concierto muy entretenido, que casi supo a poco.